domingo, 30 de octubre de 2011

Tengo ganas de ti.

Yo, arrodillada de tu simple sonrisa, frente a la grandeza de tu reino, hubiera querido mostrarte el mío. Sobre una bandeja de plata, abriendo los brazos en una reverencia infinita, mostrándote un regalo, lo que sentía por ti: mi amor sin límites. Aquí tienes mi señor,¿ves?, todo esto es tuyo.Sólo tuyo. Más allá del mar y en el fondo, allí abajo, más allá del horizonte. Y aún más, más allá del cielo y más allá de las estrellas, y aún más, más allá de la luna y más allá de lo que se esconde. Eso es, éste es el amor que siento por ti. Y más aún. Porque esto es solo lo que podemos saber. Te amo por encima de aquello que no podemos conocer. ¿Dónde está esa sonrisa que me convertirá en náufraga de certezas y, a las vez, tan segura de mi felicidad? ¿A quién le podré mostrar las maravillas de este imperio que le puede llegar a pertenecer?

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