domingo, 20 de noviembre de 2011

Creo que estoy en el naranja.

Pues si la vida fuera un semáforo...
Podríamos decir que siempre tendremos un camino por el que pasar...


Algunas veces el camino estará en verde, de libre paso: podremos ser felices en ese momento si queremos serlo, podremos tener la posibilidad de obtener muchas de las cosas que anhelamos y necesitamos y podremos continuar adelante sin tener que mirar atrás... No obstante, sabemos que no estará en verde durante mucho tiempo, así que tendremos que aprovecharlo... en muchas ocasiones nos daremos cuenta de que justo llegamos cuando cambia de color... o que justo cuando se pone verde acontece algo que nos obliga a tomar una elección, continuar o esperar el próximo turno, que siempre llega...


Otras, más cotidianas y abundantes, el semáforo estará en naranja intermitente... precaución...
A medio camino entre el rojo y el verde, tendremos que actuar con cautela... hay quienes arriesgan y consiguen continuar... y quienes no, se llevan un golpe y sufren durante un tiempo... aquí la decisión será decisiva... y tendremos que advertir bien las señales y mirar a lo lejos, a ambos lados... Sólo nosotros sabremos las fuerzas que tendremos de llegar al otro lado... o de no llegar.


Finalmente el rojo... prohibido y/o/u peligro ... muchas veces nos toparemos con él de "remplón"... Nos obligará a ser pacientes, aunque hayan quienes vean camino suficiente como para arriesgar... Muchas veces es mejor no hacerlo.
El rojo, al igual que el resto, será temporal... y el tiempo que dure será relativo... cuanta más prisa tengamos más lento parecerá que pasa... y cuanta menos prisa viceversa...
Aveces veremos que cuando arriesgamos es justo en el momento en el que pasa a verde, por lo que el esfuerzo realizado en anticipar los hechos habrá sido en vano...

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