domingo, 6 de noviembre de 2011

El dolor de los recuerdos ( es de una película preciosa ).

"Bueno Juliette, si te soy sincero, no sé como empezar esta carta, texto o lo que sea. Es más ni siquiera sé que quiero decirte, así que dejaré que las palabras fluyan de mis labios y que se forme algo coherente.. 


Desde que te fuiste, ya yo no soy el mismo. Me derrumbo cada vez que veo algo tuyo o creo escuchar tu voz, y es que, todo me recuerda a ti. Todas las noches recuerdo ese horrible día, el accidente que acabó con tu vida y, para que engañarnos, con la mía también. Recuerdo que antes éramos felices; añoro cuando te comía a besos por las noches, sentados frente a la chimenea, cuando pronunciaba un "te quiero" con una enorme sonrisa entre mis labios y es que, tú siempre me hacía feliz. Hasta cuando nos enfadábamos. Eras preciosa... Siempre se formaba un pequeño hoyuelo en tu mejilla derecha y te hacía parecer realmente atractiva. Yo me reía y entonces tú, te enfadabas más, hasta que te cogía por los hombros y te hacía olvidar todo lo malo de nuestras vidas y del universo entero. Por eso, cuando se junta ese sentimiento con el recuerdo de aquel día, mi corazón comienza a sufrir.
Recuerdo tu coche destrozado frente al parque al que siempre solíamos ir. Recuerdo a las personas asustadas, chillando y horrorizadas. Recuerdo la llamada de ese hombre y el momento exacto en el que aparecí y te encontré sin vida en el suelo. Rota. Rota como una vieja muñeca. Y las personas que habían a tu alrededor recuerdo que te miraban con cara de pena, quizás pensando en lo desafortunada que habías sido, mientras yo, lloraba en silencio, lamentándome, pensando que todo era culpa mía y que lo podía haber evitado. Que te podría haber salvado...
Y ahora, mientras escribo esta carta que acabará en el fuego de la chimenea, pienso que hubiera sido de nosotros si el destino nos hubiera otorgado otro final, no perfecto, pero si algo menos doloroso y triste. Pienso en dónde estarás, que estarás haciendo, si me echarás de menos tanto como yo a ti, o si directamente ya no recordarás quien soy ni quien fui en tu feliz vida. Te quiero, más de lo que te decía y te demostraba, y es que, no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo me di cuenta de lo afortunado que era hasta que te vi allí, tumbada en esa fría carretera que se llevó tu vida para siempre..."

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