martes, 29 de noviembre de 2011

Por lo que somos y por lo que deberíamos ser.

Porque cada momento que pasa es otro recuerdo que siempre mantendrás.
Porque cada sonrisa que muestres puede formar tantas otras a su alrededor.
Porque ofrecerle la mano a alguien te hará sentir bien.
Porque soltar una lágrima no implica ser débil.
Porque creerse valiente no significa tener el coraje de enfrentarse a cada difícil situación.
Porque ver las circunstancias con cierto positivismo no conlleva vivir lejos de la realidad.
Porque el concepto que tenemos de esa realidad no existe para todos.
Porque cada uno llora y sonríe por motivos diferentes.
Porque cada uno sueña y aspira a distintas metas.
Porque para cada uno tiene una importancia ligeramente distinta cada detalle.
Porque todos defendemos cosas inmorales, acríticas, pero también otras tantas justas y lógicas.
Porque no sabemos ser objetivos, añadiendo a cada instante y situación el subjetivismo con nuestros sentimientos.
Porque yo aborrezco la dependencia y otros la falta de humildad.
Porque admiramos la libertad, la voluntad, la pasión o la capacidad para emprender.
Porque sentimos amor por innumerables entes del mundo, ya sea por ese viejo amigo de toda la vida, tu familia, el amor por cada acción que realizas, por aquello que quieres llegar a conseguir, o simplemente el amor por ti mismo.
Porque la gran mayoría de las veces no estamos preparados para todo lo que nos llega, pero siempre debemos tener valor para decir que sí, que podemos nadar a contra corriente, que podemos sentirnos vacíos, seguir y levantarnos, que podemos hacer una balanza y lograr ver razones y virtudes a todo, que tenemos la fuerza en cada instante para cumplir con todos nuestros principios.
Debes saber que siempre alguien estará dispuesto a ayudarte, que debes confiar en que cada mal momento viene acompañado de ráfagas de felicidad, y que éstas, todo lo llenan, lo suplen, haciendo ver el verdadero camino que debes continuar tras levantar, para volver a caer de nuevo más adelante y poder experimentar entonces otra felicidad distinta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario